VISTA
Observando la pared lisa, pintada en los años cincuenta
imitando un zócalo marrón que reproduce a modo de taracea aumentada a palmos
unos cuadrados toscos, rayados difusamente en diagonal, formando una espiral
descendente figurando un rombo en el interior del cuadrado, unas leves
modificaciones de la superficie pigmentada rompen la monotonía y el
aburrimiento, activan la imaginación fomentando el juicio rápido (“habrá sido
por descuidos…”, “qué poca atención”, etc.). En el intradós del vano de la ventana
se aprecia con más nitidez. Es una invasión del blanco calcáreo o enyesado de
la parte superior de la pared antigua, en el supuesto y mal imitado
zócalo, por naturaleza oscuro y
llamativo (algo más que el resto del muro). Unas hendiduras, en definitiva,
causan el desequilibrio de la imagen. Son pequeñas muescas que asoman por
encima de los colores burdos, de la pésima imitación. Da la impresión del
resultado de unos golpes fortuitos, cuyas consecuencias están ubicadas de forma
que hace difícil pensar qué pudo haber sido, qué las causaron. Sin embargo,
algo hace pensar que hay más… Por la noche, cuando todo queda en silencio, se
escucha un roer, roer, roer, discontinuo, pues a veces cesa. Esto indica que no
se trata de ser inerte sino vivo, no como los colores de la pared: bien
muertos. A la mañana siguiente, por pura curiosidad, se acerca la mirada a la
superficie en cuestión para advertir lo que pudo pasar desapercibido en el
primer acercamiento. Los sentidos se agudizan, especialmente porque no se escucha
sonidos, pero hay una huella delatadora: polvillo en el suelo. Algo asoma en la
muesca, como una cabeza diminuta de algo desconocido (por ahora). Seboso,
pringoso y poco halagüeño aparece tras la obra interna del lienzo
arquitectónico el cadáver de un ser no inerte hasta hace poco. La materia sale
afuera, el pseudoyeso. Poco a poco, pero va minando por dentro. Hasta que el
lienzo se deshaga. De ello son conscientes los que están de paso en la casa y,
principalmente, los dueños.
Solución: unas termitas.
Otra solución posible (pensando en madera, no en pared): carcoma.
(Escrito el 08.10.2003)
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