8.1.14

"El encuentro" en el Desierto de Las Palmas


 
Pregunta-respuesta

1. ¿Qué es el Desierto de Las Palmas? Un lugar y una realidad poliédrica.

2. ¿Para qué sirve? Para hacer experiencia de retiro y, en el retiro, experimentar el encuentro.

3. ¿Cómo se usa? Con moderación, según la necesidad de cada persona/grupo y situación.

4. ¿Se puede resumir el Desierto de Las Palmas en tres palabras? Sí.

5. ¿Cuáles? “Supermercado del retiro”; “encuentro con Dios”; “naturaleza y espiritualidad”…

6. ¿De cuántas maneras se puede uno retirar en el Desierto de Las Palmas? Básicamente, de 2: en grupo o individualmente, con las características propias del grupo y de la persona.

7. ¿Qué sitios hay para poderse retirar? El Centro de Espiritualidad “Santa Teresa de Jesús”; la Casa de Oración “Santa Teresa”; el Albergue juvenil “El Carmelo”; el Albergue juvenil “Santa Teresita”; la Ermita de los Desamparados; la Ermita de Santa Teresa; la Ermita de Montserrat; la Ermita de San José y, recientemente, la Ermita del Carmen.

8. ¿Con quién hay que contactar para poderse retirar? Con las hermanas Carmelitas Misioneras Teresianas si vas al Centro de Espiritualidad; con las hermanas Carmelitas Misioneras si vas a la Casa de Oración; con los religiosos Carmelitas Descalzos si vas a alguno de los Albergues juveniles o a alguna de las Ermitas del Desierto. Si vienes a retirarte libremente por el paraje, no hace falta que contactes con nadie: tú mismo…

9. ¿Para qué sirve retirarse principalmente? Para poder encontrarse con uno mismo, con los demás y con Dios.

10. ¿Qué beneficios trae retirarse así? En encuentro con uno mismo sirve, ante todo, para poder explicarse la propia existencia y, por tanto, responder las preguntas acuciantes que toda persona se hace en algún momento: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿adónde voy? El encuentro con los demás sirve para el proceso de socialización y, en ámbito religioso y desde la perspectiva espiritual, sirve para el proceso pedagógico de personalización de la fe (en grupo, en confrontación con otros, etc.), verme acompañado en mi propio camino existencial, religioso y espiritual. Y el encuentro con Dios trae consigo el descubrir que no estoy radicalmente solo (pues los demás puedes desaparecer de mi vida o yo de la de ellos y sentirme realmente solo: pero Dios siempre está, siempre permanece, Dios no se muda en frase de santa Teresa de Jesús); y descubrir, por fin, que Dios ha hecho posible y me ha acompañado en los anteriores procesos: el de encontrarme a mí mismo y el de encontrar a los demás; así que en Dios lo encuentro todo y encuentro a todos, también a mí.
La Ermita del Carmen (a la izquierda), la antigua Portería Alta o del Carmen (en el centro) y la Ermita de S. Juan Bautista (a la derecha), formando el complejo de la Portería Alta del Desierto de Las Palmas (pues hubo una Portería Baja o del Mar del Desierto de las Palmas, arruinada y desaparecida en 1783, tras el incendio, la sequía y las lluvias torrenciales que asolaron todo el sitio del Desierto), actualmente en proyecto de restauración y de reconstrucción la ruina de la Portería Alta (todo ello, de la 1ª mitad del siglo XVIII).

(Texto creado a mediados de febrero de 2013, a raíz del X Seminario del Desierto, El Encuentro...)
(Para conocer algo del Desierto de Las Palmas, ver su web: www.desiertodelaspalmas.com)
(Para saber algo más y más reciente, ver el blog de la Asociación "Amigos del Monasterio del Desierto de Las Palmas": http://www.amigosmonasteriodesiertodelaspalmas.es/)

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