Haciendo un juego o cambio de
palabras, se podría decir que lo que hizo Jesús de Nazaret fue una excelente
empresa, que involucró a su familia y a sus amigos (como en algunas franquicias)
y se extendió por todo el mundo; y a partir de ahí, se podría tirar del hilo y
elaborar algo con tintes espirituales, sin salirse de la doctrina católica.
Pero no es de eso de lo que pretendo tratar al hablar de “espiritualidad de la empresa”. Es de otra cosa…
Pero no es de eso de lo que pretendo tratar al hablar de “espiritualidad de la empresa”. Es de otra cosa…
Trabajadores, empresarios, patronal, sindicatos...
Derecho
laboral, riesgos del trabajo, médico de empresa...
Recursos humanos, capital humano, sector servicios...
Publicidad y
relaciones públicas, comerciales, consultores, formación para empresas,
márketing, liderazgo, competitividad...
Gestión, mercado, accionariado, bolsa,
movimientos empresariales, fusiones, transferencias, opas, absorciones,
compras, ventas, préstamos, cesiones, donaciones...
Empresa solidaria, ecológica, empresa
local, familiar
Multinacionales, empresa privada, pequeñas y medianas empresas (pymes), empresas públicas (funcionarios), empresas sociales...
Un sinfín de conceptos, de ideas, de realidades… tan cotidianas como la vida misma.
Todo ello nos habla y nos recuerda la vida de la empresa y todo lo que tiene relación con ella.
Muy bien; hasta aquí, de acuerdo.
Ahora, unas preguntas, con respuestas breves:
1) ¿Tiene algo que ver la espiritualidad con todo ello? Sí que tiene que ver. Veámoslo:
2) ¿Es útil? Sí, y mucho.
3) ¿Para qué sirve? La labor empresarial desde el punto de vista espiritual (y al reves: la espiritualidad desde el punto de vista de la empresa) es utilísima para crecer y para afianzarse con importantes cuotas de mercado; además es altamente competente.
4) ¿Qué se necesita? Precisa sólo de un fuerte esfuerzo en sensibilización, en formación y mantener los índices de compromiso espiritual.
5) ¿Aporta ganancias? Al decir "ganancias" pensamos en el resultado de la inversión: ¿aporta, pues, ganancias? Depende del riesgo que se corra en la inversión, especialmente en el I+D+i (que es la sigla para decir: Investigación + Desarrollo + innovación): directamente proporcional, cuanto más, más; pero ha de tenerse en cuenta la ley de oro: discreción, que es la que atempera todas las virtudes (para evitar burbujas inmobiliario pseudo-espirituales, vanos paraísos fiscales-religiosos y demás zarandajas pseudo-profundas y pretendidamente comprobadas).
6) ¿Cuánto cuesta? Cuesta algo, porque -según el dicho- lo bueno algo cuesta.
7) ¿Tiene seguridad social? Sí que tiene seguridad, más que social, trascendental, que incluye lo social y llega más allá.
8) ¿Qué tiene que ver la espiritualidad con la empresa? Es un modo cristiano por el cual la empresa puede sobrevivir al mercado, a las leyes de mercado (intervenido o no por el gobierno), a las ideas económicas, a las fluctuaciones y, especialmente, a las crisis más profundas (las que matan el espíritu).
9) ¿Y cómo es ese “modo”? Muy sencillo: un ramillete de virtudes, afianzadas en una moral de máximos (no de mínimos) y apoyadas en la fe en Dios (que es comunidad de amor) y en la Iglesia (que es asamblea de creyentes).
10) ¿Puedes decir algunas de las características de la empresa, desde la espiritualidad? La empresa, desde esta orilla, es familia, lugar donde se da el discernimiento, la confianza y el afianzamiento, lugar donde se personalizan los valores y las virtudes; se potencia a la persona. Por eso, se incluye la conciliación laboral, la justicia en la distribución de tareas y bienes, se vela por la dignidad de la persona, previendo los riesgos de la deslocalización y de otras técnicas de mercado.
11) ¿Con qué medios? Con unos medios sencillos: el buen hacer y el apoyo mutuo, el servicio como máxima principal (servir para regir: liderazgo; servir para co-crear: cadena de montaje; servir para comunicarse y comunicar el producto: márketing; etc.).
12) ¿Cuál es la finalidad? Es el modo de deconstruir Babel (el símbolo bíblico de la confusión completa entre los hombres y la desunión de éstos con Dios) y, en cambio, construir o reconstruir la Jerusalén futura (imagen bíblica de la ciudad santa), la que bajará vestida de novia, cuando se instaure el reino de Dios en la tierra.
La finalidad, por tanto, es construir el reino de Dios, también desde el ámbito de la empresa.
13) ¿Y en qué tiempo? Es algo lento, la verdad, y el resultado final quizá no se alcance a ver en vida del empresario ni en la de la misma empresa: sólo resultados parciales; pero el convencimiento que da la esperanza, hará trabajar a todos con fe y con amor, que es otro modo de llamar al servicio; recordemos: He venido para serviros.
Así se pone en práctica la espiritualidad de la empresa.
Otro día veremos más. Hasta entonces, sed felices.
Y recuerda: busca, compara y si encuentras algo mejor, cómpralo o adquiérelo (ver los pasajes evangélicos de Mateo cap. 6, versículo 33 y cap. 7, versículo 7; y también la 2ª Carta de S. Pablo a los Corintios, capítulo 13, versículo 11). Porque ese lema comercial y empresarial (muy famoso en la España de los 90) es como decir: Examinadlo todo, y quedaos con lo bueno (frase de la 1ª Carta a los Tesalonicenses, capítulo 5, versículo 21).
EMPRESA
Recursos en internet para la formación permanente:
1) Definiciones de "empresa", con explicaciones escritas y vídeos pedagógicos: ver aquí.
2) Fases del desarrollo de una empresa: ver aquí (fuente de la cuarta imagen del doctor auscultando).
3) Para ver las partes que tiene o de que se compone una empresa de consultoría de empresas: aquí.
4) Otro artículo interesante (sobre los servicios): ver aquí.
ECONOMÍA
Para entender la economía (y, dentro de ella, la empresa) desde una clave cristiana, recomiendo muy encarecidamente visitar el blog de mi amigo y profesor Enrique Lluch Frechina:
Por una economía más humana
CONCEPTOS
- la Doctrina Social de la Iglesia,
- el comercio justo,
- la justicia distributiba y la redistribución de la riqueza,
- las ONGD (organizaciones no gubernamentales para el desarrollo),
- la caridad fraterna y la comunión de bienes,
- la ecología y la espiritualidad, junto con el cuidado de la tierra,
- la dignidad de la persona, en torno a sus derechos y obligaciones,
- la necesidad de realizar un trabajo y la co-creación del hombre en el mundo,
- el servicio a los hermanos, (por medio de la actividad empresarial y económica),
- la austeridad (gastar y consumir lo necesario, no lo superfluo)
- no crear necesidades ficticias para el enriquecimiento egoísta,
- no acumular capital innecesariamente sino distribuirlo para crear mayor riqueza,
- la misericordia y la justicia con los excluídos de los sistemas económicos y empresariales,
- el apoyo a los emprendedores,
- los riesgos de la deslocalización, del despido libre, de los minijobs, de los sobresueldos...
- la comunicación intraempresarial, y la comunicación del producto (publicidad, márketing),
- la conciliación familiar-laboral, la igualdad de salarios entre varón y mujer, y zonas geográficas
- la formación y el apoyo a los trabajadores y a los empresarios...
BIBLIOGRAFÍA
Muchas de estas ideas están reflejadas en las diversas encíclicas papales y documentos pontificios, por ejemplo la encíclica del beato papa Juan Pablo II, Laborem exercens, o también la del papa emérito Benedicto XVI, Caritas in veritate [una introducción en pdf aquí] o la exhortación apostólica del papa Francisco Evangelium gaudium. Son documentos muy importantes.
Y todo ello se ve resumido en el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, publicado en la BAC (Biblioteca de Autores Cristianos), Madrid, tomo de la BAC maior 79. (Aquí, índice y presentación.)
Consultable ese Compendio en internet, dentro del sitio web del Vaticano, clic aquí. O también, lo mismo, pero viendo el índice en pantalla y luego descargándoselo en formato PDF, clic aquí. Y una síntesis de dicho compendio, en formato PDF, realizada por un equipo de trabajo chileno: aquí.
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