· Cuando digo “no puedo” porque no sé,
yerro; siempre estoy a tiempo de
aprender.· Cuando digo “no puedo” porque no quiero,
habría que ver qué es lo que realmente quiero.
(Querer es poder).
· Cuando digo “no puedo” por temor a equivocarme,
heme de acordar del dicho: “¿Quién se equivoca? —Quien tiene boca”.
· Cuando digo “no puedo” por una real incapacidad,
no me queda remedio mayor
que pedir el auxilio a Dios.
· Cuando digo “no puedo” porque no me deja la justicia,
tendré que preguntarme qué injusticia cometí.
· Cuando digo “no puedo” porque una injusticia me aprisiona,
entonces he de levantarme, alzar la voz y decir a todos:
“¡NO PUEDO, PERO CON VOSOTROS PODRÉ”.
Fray Ignacio de la Palabra
(Madrid, V Noche y Arte en Oración, 3.2.2003)
[Además, Facundo Cabral me da la razón:]
Sobre la V NAO, ver aquí (y un poema escrito para entonces; donde finalicé éste mismo).
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