18.4.14

Una mención teresiana por el P. Faber

El padre Faber (P. Federico Guillermo Faber: 1814-1863), converso del anglicanismo al catolicismo, tras la conversión del cardenal Newman (hoy beato Juan Enrique Newman), y luego devenido sacerdote del Oratorio de S. Felipe Neri (oratoriano): congregación a la cual animó mucho a adherirse Newman con su ejemplo...
El P. Faber tiene una obrita titulada Los intereses de Jesús, escrita a mediados del siglo XIX, múltiples veces editada, traducida, compendiada y publicitada. En una de las recientes ediciones manejables del Apostolado Mariano (en Sevilla, España), de 1995, con apenas 80 páginas, he hallado una mención a santa Teresa de Jesús, la grande, la de Ávila (1515-1582), en el siguiente lugar:

· Veamos el esquema o la estructura de la obra:
     Introducción (pp. 3-4), por Andrés Codesal.
     Primera parte: Los intereses de Jesús (pp. 5-45).
     Segunda parte: Simpatía con Jesús (pp. 46-75). 
     Índice (pp. 77-78).

· La 2ª Parte, Simpatía con Jesús, consta de las siguientes secciones:
     Sección I - La simpatía con Jesús, señal de santidad (pp. 46-57).
     Sección II - Los tres instintos de los santos (p. 58).
     1º Celo por la gloria de Dios (pp. 58-60).
     Sección III - 2º Susceptibilidad de los intereses de Jesús (pp. 61-65).
     Sección IV - 3º Solicitud y salvación de las almas (pp. 66-75). 

En la última sección, la 4ª, dentro de la explicación del tercero de los "instintos de los santos", y hablando ya de la «solicitud y salvación de las almas», menciona a la Santa. Hay que notar que el tema "salvación de las almas" o, como ella dice en sus obras, "el celo por las almas", es un tema central en su pensamiento, en su experiencia mística y en su carisma eclesial: funda a las carmelitas descalzas para que "peleen" místicamente por el reino de Dios; y funda a los carmelitas descalzos para que lleguen allí donde las monjas no podrán llegar, y lleven al mundo la noticia salvadora de la misericordia infinita de Dios...

Pues bien, el P. Faber, al comenzar a explicar esa solicitud y salvación de las almas, «tercero y último instinto de los Santos, que nos pone en simpatía con Jesús» (p. 66), apunta: «Jesús vino al mundo a salvar almas; derramó por ellas su Preciosa Sangre y por ellas murió; prosperan sus intereses a proporción que las almas se salvan, y se menoscaban a medida que se condenan» (pp. 66-67).

Continúa, el autor, notando cómo tan fácilmente se condenan las almas, y trae a colación la visión del infierno que tuvo santa Teresa de Jesús, y por ello exclama en un párrafo:


«¡Y Santa Teresa vio, no obstante, en espíritu, que se agolpaban las almas diariamente, en confuso tropel, a las puertas del infierno, como los montones de hojas secas que forma el viento de otoño!».

(P. Faber, Los intereses de Jesús, II parte, sección 4, instinto 3º)


Es la única mención de la Santa que Faber hace en esta obrita. Menciona a otros pocos santos (dos veces, como mucho, a S. Vicente de Paúl); entre los santos mencionados, pues, está Teresa de Jesús, de quien celebramos el 400 Aniversario de la Beatificación (1614-2014). Por ella y en su memoria, traigo a colación esta mención cazada al vuelo.



Fuentes internáuticas: foto primera, aquí, con biografía en inglés de Faber; portada del libro, aquí, donde se puede adquirir el libro por internet; última foto con cita, aquí (con más citas en inglés).  
 

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