12.6.12

Santoral (II)

Curiosidades del santoral (29 de mayo)

En continuación con las curiosidades del Santoral (tomadas del Martirologio Romano, edición española de 2007) que ya vimos en días pasados, hoy volvemos a echar un vistazo a algunos nombres y hechos que se recuerdan en la Iglesia católica.

1) Un nombre algo curioso: "san Hesiquio Palatino":

«1. En Antioquía de Siria, hoy Turquía, san Hesiquio Palatino, mártir, que en la persecución bajo el emperador Diocleciano, al escuchar la orden de que quien no sacrificase a los ídolos debía abandonar el ejército, se despojó inmediatamente de las armas, y por este motivo fue arrojado al río Orontes con una gran piedra atada a su brazo derecho. (Falleció hacia el año 303)».

Puede llamar la atención el nombre de Hesiquio, pero en oriente era bien conocida la palabra "hesiquia", que hace referencia a un modo de recogimiento interior (en orden a la contemplación), en donde lo importante era dejar a un lado todo sentimiento y lograr, con esfuerzo y la gracia de Dios, la paz y el sosiego interiores. Por su parte, lo de Palatino tiene su raíz en "palacio" y, de ahí, el adjetivo "palatino" (del latín); además, en Alemania, Polonia y Francia se aplicó como título de elevada categoría a ciertos dignatarios; por ejemplo, a los virreyes y capitanes generales.

2) Dos nombres más curiosos aún: "san Sisinio", "san Martirio":

«En Val de Non, en el territorio de Trento, en la actual Italia, santos mártires Sisinio, diácono, Martirio, lector, y Alejandro, ostiario, capadocios de origen, que tras fundar una iglesia en aquella región e introducir el uso de los cantos de alabanza al Señor, fueron asesinados por algunos paganos que estaban ofreciendo sacrificios lustrales. (Muerto en el año 397).»

En esta mención, llaman la atención los 2 nombres "Sisinio" (raro, pero escuchado en España) y, sobre todo, "Martirio" como nombre de persona y, en este caso, de santo mártir católico. Y es que "martyrion" significa testimonio, puesto que el mártir da, ante todo, testimonio de su fe; por eso él mismo, por medio del martirio, se convierte en un testimonio de fe para toda la Iglesia en la posteridad. Otra palabra que quizá sea desconocida es "ostiario", que era una orden menor instituida (como las órdenes del diácono [orden mayor] y la del lector [orden menor], ambas vigentes en la actualidad), siempre dentro de la liturgia católica, por la cual quien era ostiario se encargaba del cuidado de las hostias, es decir, de las formas de pan que se preparan para la consagración eucarística; tal orden menor desapareció con la reforma litúrgica auspiciada por el Concilio Vaticano II. (Por cierto, que en la Val di Non, nombre italiano, se cultivan manzanas tanto como en la huerta valenciana las naranjas... Además, "Val di Non" significa literalmente: "Valle del No" o, sencillamente, "Valle No"; como para ser positivos con ese nombre tan curioso...)
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3) Otros dos nombres curiosos: "san Exuperancio" y "san Senador":

a) «En Rávena, en la región también italiana de Flaminia, actual Emilia-Romaña, san Exuperancio, obispo, que gobernó prudentemente esta Iglesia durante la época en que el rey Odoacro se apoderó de Italia y de la ciudad. (Murió entre el 430 y el 476 ó 477).»

b) «En Milán, ciudad de Liguria, de nuevo en Italia, san Senador, obispo, a quien el papa san León Magno envió como legado a Constantinopla cuando era aún presbítero. (Muerto hacia el año 480.)»

Del primero (a) podemos decir que es algo más corriente (aunque raro) el nombre de "Exuperio", pero sí que es muy raro o muy poco frecuente el de "Exuperancio"; aunque esa variedad en las palabras (pues los nombres son, al fin y al cabo, palabras) vendría a ser similar de la que hay entre los dos nombres propios de "Constante" y "Constancio", de modo que el primero lo encontramos también (y sobre todo) como adjetivo y, por tanto, no nombre propio; mientras que el segundo es únicamente nombre propio. Con todo, "Exuperio" no es adjetivo, sino siempre nombre propio.
Del segundo (b) llama la atención encontrarse una palabra "sustantivo común" como "nombre propio", ya que llamamos -desde la antigüedad- "senador" al que ostenta ese cargo en el Senado (de una ciudad, de un pueblo): "Senatus Populusque Romanus", "S.P.Q.R", famosa sigla que definía al pueblo de Roma convertido en gran potencia mundial, sigla que lucía en todo estandarte del ejército romano y también en los estandartes propios de su pompa y solemnidad estatales... Pues "san Senador" (o en latín: "sanctus Senator", de "senator, senatoris") hace gracia incluso diciéndolo en italiano: "san Senatore", aunque así suena más a nombre propio (como "Salvatore"). Con todo, lo único que se me ocurre decir a favor del porqué pudo surgir tal nombre propio es que el senador fue una figura pública ("padre conscripto", "padre de la patria", "par"...) y eso desde tiempo inmemorial, y quizá, por ello, alguno se fijó en la palabra y la intentó colocar de nombre propio por si hacía fortuna.

En fin, más ideas por si alguno le apetece recuperar nombres curiosos del pasado eclesial..., o bien busca hacer un poquito la puñeta a futuros descendientes.
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