10.12.20

Figuras de Adviento: María II: la Buena Esperanza

María, la Virgen de la Buena Esperanza

Si ya vimos la primera advocación mariana del Adviento, esto es, la Inmaculada Concepción de María, ahora nos toca pasar revista a la segunda y más constante advocación: María está en cinta, embarazada, por obra del Espíritu Santo, de Jesús, el que va a ser el Salvador.

A la Virgen embarazada, que no se suele ver mucho o hablar mucho de ella, se la ha llamado, tradicionalmente, la Virgen de la Buena Esperanza.
(Fuente: aquí)

En la tercera semana de Adviento se celebra la festividad de la Virgen de la Esperanza, ya que es imposible preparar la Navidad prescindiendo de la contemplación del indecible gozo esperanzado que poseyó Santa María por el futuro próximo inmediato de su parto. Eso es lo que se quiere expresar con «La Expectación del Parto», o «El día de Santa María» como se le llamó también en otro tiempo, o «Nuestra Señora de la O» como popularmente también se le denomina hoy.

La representación de la Virgen en la espera del parto, denominada con el nombre de Nuestra Señora de la Expectación o de la Esperanza, se volvió frecuente a fines de la Edad Media, cuando se instituyó la fiesta de la Expectación de la Virgen, celebrada el 18 de diciembre.

En las diversas culturas hallamos diferentes representaciones de la Virgen de la Esperanza, o de la Buena Esperanza, o Virgen del Parto, o Virgen de la Expectación (las variaciones y connotaciones de cada título son extensísimas). Y así la vemos ataviada con los ropajes costumbristas de cada región, país o zona subcontinental (especialmente en ámbito latino), o bien una Inmaculada Concepción pero con barriguita, es decir, indicando que la Virgen (misterio de la virginidad de María) se ha quedado embarazada "sin conocer varón" (que está en el origen del misterio de la inmaculada concepción de Jesús). Y así las representaciones se multiplican.

En Oriente, se habla del Icono de la Virgen del Signo, o Virgen del Adviento, la cual lleva en su seno a Jesús (como normalmente no se representan las tres dimensiones en los iconos, el Niño aún sin nacer aparece dentro de una circunferencia, a la altura de la barriga de María):

Dos mode-los de iconos de la Virgen del Signo o de la Virgen del Advien-to.


(Fuente: aquí, con muchos otros iconos de la Virgen, identificados en el título o pie de foto)

A veces se "carmelitaniza" la Virgen del Signo o del Adviento y la vemos como en el icono de la Virgen de la Contemplación o Virgen del Desierto de Las Palmas (Castellón, España), compuesto en la escuela iconográfica que tienen las monjas Carmelitas Descalzas de Harissa (Líbano).

Este icono representa a la Virgen del Signo con todo tipo de contenido y detalles carmelitanos: viene a ser la Virgen del Carmen, válida para todo el año litúrgico, aunque con evidente inspiración en la Virgen del Adviento, como vemos por el gesto de la Virgen y por la incrustación de la circunferencia con el Niño en el medio superior del cuerpo de María. Abajo y detrás quedan signos tan carmelitanos como la nubecilla de Elías (sobre el mar, que significaría aquí lo desconocido, el lugar de las bestias y del mal, etc., que es vencido por el advenimiento del Salvador, nacido de María Virgen), el monte Carmelo o monte de la perfección, coronado por la Cruz, con una caverna en medio, que podría ser la gruta de Elías (en la ladera del monte Carmelo) o la gruta de San Eliseo (en otra parte de ese monte) o "las cavernas oscuras del sentido" que canta san Juan de la Cruz en su Cántico espiritual; caverna que se ve enmarcada por las tres estrellas del escudo carmelitano, dos fuera de la caverna, de plata, porque indican las dos virtudes pasajeras de la fe y la esperanza, que solo nos sirven en este mundo, y una estrella de oro en medio de la caverna o cueva o gruta, que indica la virtud del amor o caridad, que es virtud eterna, también actuante en el cielo, pues dice san Pablo que el amor no pasa nunca o nunca se acaba (cf. 1Cor 13,8). De la misma manera, el árbol de la vida (o de la sabiduría), al inicio del ascenso al monte referido; el escapulario en la mano derecha de María; el escapulario que viste la misma Virgen María, con el sayal del hábito y la capa blanca-hueso, con cuatro pliegues a la izquierda y tres pliegues a la derecha (cuatro virtudes cardinales, tres virtudes teologales, siete virtudes = María, la mujer perfecta); y las inscripciones griegas de todo icono mariano en la parte superior.

Recursos para niños sobre la Virgen de la Buena Esperanza: aquí.
«Oración para el embarazo a la Virgen de la Dulce Espera» (ojo con ese blog, en que se mezclan cosas católicas, cristianas, con diversas supersticiones, amuletos y demás)
Fecha de la memoria de la Virgen de la Buena Esperanza: 18 de diciembre, justo al comenzar las ferias mayores de Adviento (por lo cual no se celebra exactamente del común de santa María, sino de los textos litúrgicos propios de esas ferias mayores, los cuales tienen presente siempre la figura protagonista de la Virgen María, que está encinta, a punto de dar a luz).
 

4 comentarios:

  1. Había visto el icono y desconocía el significado de cada detalle.
    ¡Gracias por la información!

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    1. Gracias a ti, querida Stella Maris, por visitar el blog y dejar tu comentario. A tu servicio, como siempre.
      fraypalabra

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  2. Gracias por la info detallada, precisa,iluminadora. Tengo la imagen que adquirí en el convento de una monjas carmelitas, pero nunca recibí una información tan bella..desconocía la referencia a las cavernas oscuras de SanJuan de la Cruz..mil gracias y bendiciones..

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    1. Gracias a ti, Graciela, por tu comentario, por visitar este humilde blog y por querer siempre aprender. ¡Qué alegría! ¡Feliz final del Adviento! Y... ¡feliz Navidad!

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