10.1.15

El Señor te llamó, te ha llamado, te llama

A TI (el Señor pronuncia ahora tu nombre completo; escúchalo...)

Sí, a ti, que lees esto.

El Señor te llamó (ya antes de que tú nacieras, sin tú saberlo; ni siquiera lo sabía -quizás- tu madre ni tu padre...).
El Señor te llamó al amor.

El Señor te ha llamado. Desde entonces hasta ayer.
El Señor te ha seguido llamando. Cada día y en esa circunstancia que tú bien sabes...

El Señor te llama. Él te llama HOY. A ti. Sí, a ti.
Él te llama a ti hoy por tu nombre, y te ama inmensamente...
Al pronunciar tu nombre, Él te está enviando (a evangelizar a tu familia, a crear comunión dentro de la Iglesia, a evangelizar fuera de la Iglesia, a crear unidad entre los alejados, entre los enfermos, entre los inicuos, entre los abandonados, entre los despistados, entre los olvidados, entre los desheredados, entre los abundosos, entre los conocidos, entre los desconocidos, entre los religiosos, entre los profanos...), te está diciendo la misión asignada y te envía a ella...
.
¿Te llamas Mari Paz? [ver abajo nº 1]
¿O acaso José -Josefina, Fina, Pepe, Pepita? [ver abajo nº 2]
¿O tal vez Mari Carmen? [ver abajo nº 3]
¿O puede, tal vez, que te llames Isabel? [ver abajo nº 4]


(nº 1) Él te envía -entonces- a ser PAZ, a crear PAZ y a promoverla (en hebreo, shalom; como Jerusalén, Yerushaláyam, ciudad de la paz; en latín: pax, de ahí el castellano paz; Santa María de la Paz se celebra el 1 de enero, jornada mundial de la paz, día de Santa María Madre de Dios)  

(nº 2) Él te envía -entonces- a ser JUSTO/A y ser CUSTODIO de los demás, de los débiles, de tus hijos... (en latín: Joseph; el papa san Juan Pablo II escribió una encíclica titulada Custodio de la fe, dedicada a la figura de san José, padre putatito o adoptivo de Jesús; como él, podemos ser "custodios" los unos de los otros: a tomar el cuidado del otro, espcialmente cuando más lo necesita) 

(nº 3) Él te envía -entonces- a ser JARDÍN, HUERTO FLORIDO (en hebrero Karmel, que se transcribe como Carmelo, el nombre de un monte en Israel, en Haifa; de ahí se deriva Carmen y los demás: Carmencita, Carmençoles, María del Carmen, Mari Carmen, etc.; desde el siglo XIII existe la devoción a Nuestra Señora la Virgen María del Monte Carmelo, Ntra. Sra. del Carmen o Virgen del Carmen, patrona de los marineros y de las Órdenes del Carmen y del Carmelo Teresiano; como el monte Carmelo siempre tuvo flor, estuvo lleno de vegetación, en el Antiguo Testamento aparece como símbolo de jardín o huerto florido o al menos frondoso; por eso las Cármenes y Carmelos están llamados a crear "vegetación", "alegría" entre los suyos, así como alegra a la vista un bello jardín)

(nº 4) Él te envía -entonces- a ser CASA DE DIOS (en hebreo: Isah Bet 'El, literalmente: mujer, casa de Dios; de ahí que sea femenino el nombre Isabel, Elisabeth o Elizabeth -el de Elisa y Eloísa son derivados, pero tienen otras connotaciones particulares [pues ya no aparece en estos dos últimos la palabra "bet", casa, aunque sigue apareciendo la raíz "el", apócope del nombre de Dios]-) 

¿Tienes otro nombre y quieres saber a lo que te llama Él?
Deja en "comentarios" TU NOMBRE, y te respondo con su llamada
 

4 comentarios:

  1. Anónimo18.1.15

    Muchas gracias por la información tan curiosa. Mi nombre es Elena. También por favor te pregunto por el nombre de Ana y Teresa. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Elena, gracias por tu comentario y por proponer nuevos nombres. Vayamos a lo que me pides: (1) Elena; (2) Ana; y (3) Teresa. Veamos:

      (1) ELENA: sabemos -o, si no lo sabemos, es fácil averiguarlo- que al país de los griegos se le ha llamado (y aún se le llama a veces) el país de los "helenos"; de ahí, que "helena" vendría a ser, simplemente, "griega"; si nos vamos a las traducciones en las otras lenguas europeas, veremos semejanzas con su forma española o bien con su original griega -transcrita en caracteres latinos-; veámoslo:
      a) en inglés: 'Hellen' [con la hache aspirada, propia del inglés; recuerda al griego];
      b) en francés: 'Hélène' [la hache es muda, como en griego, del que mantiene la forma, ya que los femeninos franceses acaban en -e];
      c) en italiano: 'Elena' [puesto que no existe la hache en italiano, y es transcripción directa del griego en caracteres latinos];
      d) en alemán: 'Helene' [recuerda el original griego y lo adapta al ámbito germano].
      Sigamos con "Elena": cuando el cristianismo entró en el ámbito griego (con san Pablo, principalmente; luego con san Lucas, su asistente desde los primeros tiempos), veremos cómo el nombre genérico 'Hellena' pasa a ser nombre de cristianos, primeros mártires y, por tanto, santos... Aunque el personaje que aflora por encima de todos ellos es el de la emperatriz y madre del emperador Constantino: santa Elena (entre el siglo III y el siglo IV).
      En consecuencia, y dado que a ella se le atribuye el descubrimiento de la Cruz de Jesucristo -en sus continuas pesquisas y viajes por la Tierra Santa- y, como resultado de ello, la recuperación de algunos de esos lugares santos por los que pasó y vivió el Señor, y posteriormente el desarrollo devocional del Vía Crucis y, después, la veneración del "lignum Crucis" (o sea, de las astillas y trocitos de la original madera de la Cruz de Cristo, reliquias muy estimadas en toda la cristiandad antigua y, sobre todo, medieval, desde lo cual se levantaron verdaderas catedrales y basílicas mayores -como la de la Santa Cruz de Roma, actual propiedad del Opus Dei-, o la de la Santa Cruz de Jerusalén (con sus respectivos institutos o congregaciones medievales, etc.: los Caballeros de la Santa Cruz de Jerusalén, por ejemplo), podemos aplicar todos estos datos a un posible llamamiento o vocación a raíz del nombre; se me ocurre que puede ser en 2 líneas:
      (a) línea cultural-dialógica: la que promociona el pensamiento (propio de la cultura griega) y, en línea con el magisterio católico -tanto antiguo como reciente [véase la encíclica "Fides et ratio" (fe y razón) de S. Juan Pablo II, que fue presentada en su momento por el entonces cardenal Joseph Ratzinger (actual papa emérito Benedicto XVI), en donde repropone el diálogo necesario y fructífero entre la fe y la razón: la nuestra es una fe razonable...
      (b) línea devocional-misionera: la que postularía que el ejemplo de santa Elena, que influyó en la conversión de su hijo el emperador Constantino -y, de ahí, el respeto por los cristianos, hasta entonces perseguidos por la autoridad imperial-, sería un ejemplo a seguir en el sentido de influir benéficamente en la conversión (primero, la propia; luego, la de los semejantes, empezando por los más cercanos, de manera maternal -no maternalista-, suave y constante) y, una vez esto, lanzarse a la misión evangelizadora, portando como señas la Cruz de Cristo, escándalo para unos y sinrazón para otros, pero para los llamados, salvación y transformación en Él. :)

      (como ha salido larga la cosa, dejo para otras respuestas los nombres de Ana y Teresa, que intentaré publicar en breve, para que puedas compartirlas) :)

      Eliminar
    2. Elena21.1.15

      Muchas gracias a ti. Tomo nota :)

      Eliminar
    3. Veo que todavía me falta explicar los nombres de Ana y de Teresa; es que estos meses pasados he estado totalmente ocupado con la tesis doctoral. Veamos si próximamente hallo tiempo para acabar de responderte con esos dos bellos nombres. Un saludo, Elena, y feliz próximo adviento.

      Eliminar